Fue el Concilio que contó con más diversidad de lenguas y etnias, de hecho fue la primera vez que participaron obispos no europeos.
El Concilio se dividió en cuatro sesiones, empezando en 1962 y concluyendo en 1965. La lengua oficial era el Latín.
Sus principales fines fueron:
- Promover el desarrollo de la fe católica.
- Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles.
- Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo.
- Lograr la mejor interrelación con las demás religiones, principalmente las orientales.
A lo largo de las cuatro sesiones se trataron muchos temas, como la formación sacerdotal, las misiones, la educación cristiana, el celibato, etc. de todos ellos se conversaba se dialogaba y votaba.
Tras un largo y duro trabajo, se redactaron 16 documentos, cuyo conjunto constituye una toma de conciencia de la situación actual de la Iglesia y define las orientaciones que se imponen.
El Papa Pablo Vl presentó de manera resumida el contenido de cada uno de estos documentos conciliares.